“Todo un pasado formando un futuro”, se
podía leer en la pantalla proyectada en
el Auditorio del Ayuntamiento de Logroño. ¡Cuánto nos hubiera gustado reunirnos
en el salón de actos del instituto Sagasta
en la Glorieta! Las obras de reforma del edificio lo han hecho imposible.
El lunes 5 de noviembre se dieron cita en este lugar
muchas personas a las que les unía “ser” del Sagasta, como se dijo en más de
una ocasión. Este era el acto de clausura de todo un año lleno de actividades
celebradas para conmemorar el 175 Aniversario de la creación del primer
instituto público de La Rioja, el actual Sagasta. Muchas personas estaban
presentes, a todas ellas les unía el “espíritu sagastino”, que se podía
respirar en el ambiente. Uno de los momentos más emocionantes fue la entrevista
que una alumna de 4º de la ESO hizo a Carmen Soledad Sos Ilarraza, alumna del
instituto en el año 1936. A sus 98 años, y con toda lucidez, respondió sin
titubear a las preguntas formuladas, y en más de una ocasión hizo reír al
público, que escuchaba con gran interés. Mucho han cambiado las cosas desde
entonces.
Pero no fue lo único. Emocionante fue también que allí
se reunieran los que forman o han formado la comunidad educativa: profesores,
algunos de ellos jubilados, que todavía se “sienten” del Sagasta; padres, cuyos
hijos estudian o han estudiado en este instituto; alumnos, actuales o del
pasado; otros trabajadores del centro, que también lo consideran suyo; autoridades,
alguna de ellas venida desde Madrid en representación del Ministerio de
Educación. Y otros más, porque ¿quién en Logroño no está relacionado de alguna
manera con el instituto Sagasta? Aquí
merecen especial mención los que ya no están con nosotros y también han formado
parte de esta comunidad educativa; su espíritu sobrevolaba la sala, algunos de
sus familiares nos acompañaban.
¿Cómo es posible crear una comunidad tan amplia unida
por un sentimiento tan potente? Solo existe una explicación: el trabajo bien
hecho. Un instituto no es solo el edificio, lo forman todas las personas
vinculadas a él, el esfuerzo común por conseguir un mismo objetivo. Allí
salieron a relucir algunos aspectos que en la actualidad hacen singular al
instituto Sagasta, entre ellos, la impartición del Bachillerato Internacional y
del idioma Alemán. Así como el recuerdo de nombres importantes, del pasado –Zubía,
Rey Pastor entre otros-, o del presente, que llevan el nombre del Sagasta más
allá de nuestras fronteras.
El pasado y el presente se unieron en este acto,
conformando una unidad que hace verdadero el lema “Todo un pasado formando un futuro”. Todos los esfuerzos al unísono para que la obra, la
educación de nuestros jóvenes, suene bien, como lo hizo la interpretación al
piano realizada por un exalumno como broche final del acto.
Blanca
Astrain Mendiburu
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