La primera parte del intercambio nos
llevó a Hamburgo. Tras pasar la noche viajando, primero en autobús
y después en avión, llegamos por la mañana al aeropuerto alemán.
Allí conocimos en persona a nuestros alemanes y sus familias.
Pasamos el primer fin de semana conociéndonos mejor, cada uno por su
lado, hasta que nos reunimos el lunes en el instituto y por fin
asistimos a clases en alemán, uno de los aspectos que más
curiosidad nos despertaba. Día tras día fuimos descubriendo cómo
los alemanes aprendían química, geografía, economía o inglés.
Además, por las tardes ....
solíamos salir juntos por algún
interminable parque de la ciudad. Visitamos el puerto de Hamburgo, la
cercana, y muy bonita, ciudad de Lübeck, y algunas atracciones
propias de allí como el museo del mazapán, subimos a la torre de St
Michael, y en general disfrutamos de los lugares más emblemáticos
de la gran ciudad. Finalmente nos despedimos con lástima de nuestros
amigos alemanes cuando llegó la hora de volver a Logroño, pero
todos teníamos en mente que en pocos meses volveríamos a
encontrarnos.
Y así fue, en marzo los recibimos
frente a nuestro instituto, emocionados por la idea de volver a
encontrarnos. Los días siguientes asistimos a clase mientras
nuestros compañeros hacían turismo por Logroño. Viajamos a Bilbao
y paseamos por sus monumentos más notables, al igual que en
Pamplona; además, quedamos casi todas las tardes para ir de compras,
una de sus actividades favoritas, o simplemente pasar un buen rato.
Pese a la lluvia y el frío, pasamos unos días geniales y muy
divertidos. El tiempo pasó volando y antes de que pudiéramos darnos
cuenta llegó la hora de despedirse definitivamente. Al día
siguiente del emotivo acto en el Sagasta, temprano, llegó el momento
de los abrazos y los adioses, o quizás hasta prontos, al fin y al
cabo creamos importantes lazos de amistad. Por último vimos su
autobús alejarse, mientras las nubes desaparecían y el día se
volvía soleado.
Fue una bonita experiencia, tanto
para los que no habíamos hecho un intercambio jamás, como para los
que ya lo habían hecho, que sirvió para conocer otra cultura,
mejorar nuestro alemán, y sobre todo, para hacer nuevos amigos.
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